Escuela flamenca del siglo XVII. Pintura al óleo sobre lienzo. Medidas: 125x164 cm, con marco: 130x170 cm. En su primer lienzo. La obra examinada con la lámpara de Wood presenta algunas intervenciones de restauración, no invasivas. Una limpieza y una cuidadosa recuperación de las restauraciones harían más legible la pintura y aumentarían su valor comercial. La composición de la pintura presenta características similares, en los caracteres, conectables al taller de Willaerts: una vista lejana de una ciudad portuaria, pescadores a la orilla del mar, que descargan y venden el pescado en la playa, en el centro del golfo y a la derecha varios barcos en movimiento, nubes imponentes siempre presentes, la inserción de un color rojo intenso en las vestimentas, en neto contraste con los colores usados en la representación pictórica de los personajes (ver fotos n. A y B). Todas características típicas que encontramos en las obras del taller de Willaerts. La pintura es un ejemplo de la habilidad del artista para representar el espacio perspectivo. La vista de la ciudad, en sintonía con los elementos naturales, en particular la torre dentro del castillo, se contrapesa al esquema pictórico de las formaciones nubosas. Las velas desplegadas de los barcos capturan los vientos, que soplan en un cielo cargado de nubes. A la izquierda, el árbol, en primer plano, se eleva hacia el cielo, y su denso follaje contribuye a aumentar la grandiosidad de la composición escénica de la vista marina. Esta pintura es un tributo del artista para exaltar el comercio sobre el cual se fundaba la riqueza de la nación; estas numerosas representaciones marinas realizadas por los artistas flamencos, en particular holandeses, aludían también a los riesgos y peligros que los marineros debían enfrentar en sus viajes alrededor del mundo.