Ficha de artículo : 351397
Escuela romana finales del siglo XVII “Alegoría del nacimiento del Bautista”
Época: Siglo XVII
Escuela romana de finales del siglo XVII, de impronta flamenca, obra de un artista que trabaja en Roma, seguidor en los modos de las figuras femeninas del taller de Pietro da Cortona (Cortona 1597 – Roma 1669).
Óleo sobre lienzo. Limpiado y reentelado.
Examinado con la lámpara de Wood, presenta algunas restauraciones.
Medidas cm 146x238, con marco cm 150x242.
No es fácil entender a qué evento en particular se refiere el cuadro, pero el fuego encendido para el agua caliente, la mujer que presenta al niño a los dos ancianos, fácilmente puede ser una alegoría del Nacimiento del Bautista. Como para el nacimiento de la Virgen, el nacimiento del Bautista se representa en numerosas obras artísticas del pasado.
El hombre que está escribiendo sería así Zacarías, que permaneció mudo porque no creía que su esposa Isabel pudiera concebir un niño en edad avanzada, impuso el nombre del hijo escribiéndolo en la tablilla.
Zacarías escribió "Su nombre es Juan" (Lc 1,5–25; Lc 1,57-66). Inmediatamente Zacarías recuperó la palabra y le fue concedido, desde ese momento, el don de la profecía y compuso el cántico Benedictus.
Las figuras blancas, esculturas insertadas dentro de los nichos en el fondo, representarían: la primera, en la parte izquierda, representando a un hombre con la espada cerca de un niño atado, El Sacrificio de Isaac (también Isaac fue generado por una madre en edad avanzada por intervención de los ángeles, que aparecieron a Abraham), en el centro hay un profeta (probablemente se trata del profeta Isaías, uno de los cuatro principales profetas bíblicos, al cual se le atribuye un libro: el llamado Libro de Isaías) luego a la derecha, encima de la cama donde está acostada la parturienta, en el nicho de la pared están las figuras de Adán y Eva, alusivas al pecado original.
Si el niño no tuviera las partes pudendas expuestas (que lo declaran de sexo masculino), podría haber pensado también en el Nacimiento de la Virgen, pero la figura del hombre que escribe remite a la iconografía del Bautista.
El cuadro “la Sagrada Familia con San Juanito” de Pietro da Cortona en comparación con la obra en examen, confirma que el artista en Roma ha visto y estudiado las obras de Cortona, de hecho el perfil de la Virgen es similar al perfil de la mujer con la vestidura roja, que vierte el agua en la palangana alimentada por las llamas.
En las fotografías y en las notas se examinan, con la ayuda de las fotos realizadas con la lámpara de Wood, las formas de los rostros femeninos realizadas con cuidado y buena calidad pictórica, pero que resultan posteriormente alteradas en la restauración.
En el cuadro están presentes 13 figuras en un contexto arquitectónico de fantasía, embellecido por las esculturas insertadas en los nichos frontales y laterales.
El cuadro es de todos modos una obra comprometida donde el autor ha mostrado una capacidad de buena perspectiva arquitectónica y un satisfactorio encuentro de personajes, estudiando con cuidado la colocación, para alcanzar en la representación un discreto equilibrio pictórico; es probable la intervención de alumnos del taller.