Ficha de artículo : 318217
DOMENICO PIOLA (Génova, 1627 –1703). “MATRIMONIO MÍSTICO DE SANTA CATALINA “
Autor : Domenico Piola
Época: Siglo XVII
DOMENICO PIOLA (Génova, 1627 – 1703) pintor entre los principales exponentes del barroco genovés. “MATRIMONIO MÍSTICO DE SANTA CATALINA “ Pintura al óleo sobre lienzo limpio y reentelado. Examinado con la lámpara de Wood, presenta algunas restauraciones de las cuales se muestran fotos y documentación a continuación. Medidas del lienzo cm 130x93. Pintura de excelente calidad pictórica con un singular juego de perspectiva.
Santa Catalina ocupa la escena en el centro de la composición, en acto penitente, apoyada sobre un reclinatorio semicubierto por telas, ilustradas con refinados y cuidadosos drapeados, que componen un relevante juego de sombras y de fuerte claroscuro. En lo alto, el Niño Jesús, rodeado de un círculo de luz, ofrece el anillo a la Santa Mártir, colocada más abajo en una posición oblicua y partícipe de la luz divina, determinando una banda de luz transversal continua, que la conecta con el Niño; creando al espectador una imagen de gran efecto. En el cuadro constatamos con qué dulzura y destreza el artista ha creado la conexión entre los dos personajes, valiéndose de la mano de la Santa, cuyas alargadas dedos se representan en el acto de recibir el anillo nupcial. Un círculo de querubines se expande sobre buena parte del cuadro, concretizando en parte un marco alrededor de la Virgen que sostiene y ofrece al Niño hacia la Santa; los de arriba a la izquierda, más en sombra se entreven, colocándonos en la condición de imaginar sus semblantes, más iluminados están los cerca del Niño, concretizando así la continuación de la luz Divina hacia la Santa. Encontramos en esta obra la elaboración escenográfica de la dinámica diagonal, ya presente en la producción juvenil del pintor y motivo recurrente en muchas de sus obras, la Santa como centro de la diagonal perspectiva asume así un papel de primer plano en la escena. El cuadro en examen se vivifica por destellos de luz que reviven la composición y la representación en su modelado y es el resultado de un preordenado dibujo, bien estudiado, para un claroscuro obtenido en virtud del contraste entre el fondo oscuro de la escena y la luz generada por el grupo divino. Este movimiento vivaz, que se irradia por toda la representación pictórica; obtenido por los angelitos, los drapeados voluminosos, los fuertes y bien definidos puntos de luz, que en contraste realizan un claroscuro de notable fuerza expresiva en el contexto pictórico. Esta representación, caracterizada en la dinámica y en la descripción de los personajes con gran maestría por el artista, se completa en un movimiento diagonal, que atraviesa la tela. Estas son las características típicas presentes en las obras de Domenico Piola y en su taller.